Las escuelas nicaragüenses no logran enseñar a los estudiantes a pensar o evaluar, encuentra un estudio de la Unesco

A pesar de los discursos triunfantes del régimen, la educación brindada en Nicaragua ha registrado durante varias décadas los niveles de calidad más bajos de la región; y en los resultados del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) de 2019, registró una disminución de 8,39 puntos porcentuales respecto a la calificación obtenida en la evaluación anterior, realizada en 2013.

En la práctica, esto implica que los estudiantes de primaria aprenden a leer, pero carecen de estrategias de lectura y son incapaces de decodificar, reflexionar o evaluar lo que están leyendo. En cuanto a la redacción, las deficiencias radican en la poca o nula consistencia y cohesión de los textos que escriben. A esto se suma el deterioro que, según organismos especializados, provocará la pandemia en la calidad de la educación.

La evaluación realizada por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa (LLECE) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), se basa en una escala con un promedio centrado en 700 puntos y una desviación estándar de 100 puntos. En la evaluación de 2019, Nicaragua obtuvo una puntuación de 654,89 y su calificación es la segunda más baja de la región después de República Dominicana.

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Resultado del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) 2019 / Unesco

Los estudiantes de primaria carecen de muchas habilidades de lectura

Nicaragua ha participado continuamente en tres versiones del estudio regional comparativo y explicativo LLECE (SERCE en 2006, TERCE en 2013 y ERCE en 2019). En 2019 participaron 4.800 alumnos de tercer y sexto grado, de un total de 280 escuelas. Según el informe, los resultados de este estudio representan aproximadamente 85.000 estudiantes nicaragüenses de tercer grado y 58.000 de sexto grado.

En cuanto a las deficiencias lectoras, los resultados de la evaluación indican que en el tercer año, llama la atención que prácticamente todo el programa se enfoca en la diversidad textual; y que la comprensión lectora y la inferencia aparecen en menor medida y que faltan el resto de competencias evaluadas en el resto de países.

“Esto merece una reflexión sobre esta preeminencia de la Diversidad Textual. Esto es indudablemente relevante, ya que indica lectura de varios géneros, lo que familiariza a los estudiantes con sus objetivos y estructuras de comunicación; y esto facilita la comprensión lectora de estos. Sin embargo, es importante el equilibrio con los otros campos, que también apuntan a aspectos fundamentales de la lectura, como las estrategias de lectura, la reflexión y evaluación de textos y la decodificación ”, explica el informe publicado por la Unesco.

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Resultados para Nicaragua del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) 2019 / Unesco

La Unesco aconseja reflexionar sobre las deficiencias

La situación para el sexto año es similar a la del tercer año. Solo esta diversidad textual disminuye ciertos puntos y se le da más peso a la comprensión de la lectura literal e inferencial; y el resto de las habilidades también faltan.

“En resumen, en el eje de la lectura, podemos decir que el programa nicaragüense enfatiza claramente el tema de la diversidad textual y la comprensión de la lectura literal e inferencial. Este último alcanza un mayor peso en el sexto año. Las otras áreas -estrategias de lectura, reflexión y evaluación de textos y decodificación- están ausentes del currículo nicaragüense ”, afirma el informe de la Unesco.

La entidad evaluadora aconseja “reflexionar sobre esta baja diversificación de áreas del plan de estudios y avanzar hacia una mayor diversificación, que asegure que se logre el aprendizaje en lectura.

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Hay poca o ninguna coherencia y cohesión en los escritos.

Con respecto a la escritura, la evaluación reconoce el conocimiento de las letras en un alto porcentaje de estudiantes de tercer año; también presencia, aunque en menores porcentajes de diversidad textual. Pero notemos la ausencia de coherencia y cohesión en los textos.

“Esto significa que el currículo nicaragüense otorga gran importancia al conocimiento del código escrito, lo que implica la comprensión del sistema alfabético, así como el conocimiento de la ortografía y ciertas relaciones de significado entre las palabras. Esto es de esperar, porque son habilidades básicas que permitirán a los niños comenzar a escribir ”, dice el informe.

Los resultados de la evaluación reconocen la importancia que se le da en el tercer año a los procesos cognitivos fundamentales de la escritura; incluyendo planificación, textualización, revisión y reescritura. Asimismo, que el peso de la morfosintaxis o la construcción de oraciones significativas es superior al del resto de países. Porque permite el aprendizaje de diferentes tipos de palabras y su combinación en frases.

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Deficiencias en la escritura
Resultados para Nicaragua del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) 2019 / Unesco

El énfasis está en conocer el alfabeto.

Respecto al sexto año, los resultados de la evaluación indican que el conocimiento del alfabeto sigue siendo mayoritario. Esto representa habilidades básicas como la asociación entre grafemas y fonemas, el reconocimiento ortográfico de palabras y la relación de significado entre ellos.

“Es interesante notar que la diversidad textual aumenta enormemente su presencia en sexto grado. Esto implica que el currículo nicaragüense promueve un enfoque de género; es decir que los estudiantes se familiaricen con los propósitos comunicativos y las organizaciones textuales de los diferentes géneros para enriquecer sus producciones escritas ”, especifica el informe de la Unesco.

Sin embargo, advierte que es necesario reflexionar sobre la escasa presencia de coherencia y cohesión. “Para el sexto grado, los estudiantes deben haber adquirido el código escrito y ser capaces de concentrarse en las habilidades fundamentales de la composición escrita, como la coherencia y la cohesión de sus textos.