Estudiantes de la Universidad Politécnica Nacional (UNP), ex Upoli, han calificado de «burla» y «juego de caballos» las nuevas colegiaturas y cuotas mensuales impuestas por esta casa de estudios, luego de que integrantes de la Unión Nacional de Estudiantes de la Las Jornadas de Nicaragua (UNEN) celebraron a bombo y platillo la nacionalización de dicha alma mater.
Estudiantes de la UNEN, quienes se identifican como simpatizantes del oficialismo, recorrieron los pasillos de la UNP y en un ambiente de regocijo cantaron y bailaron al son de la música de daniel se queda como símbolo de victoria para transformar la extinta Upoli en una institución pública. “Aquí estamos en el presbiterio, donde hemos tenido muchas reuniones para discutir y luchar por los estudiantes. Ahora ya no hace falta, porque la universidad es pública”, celebró Verónica Gutiérrez, integrante de la UNEN, en sus redes sociales.
Sin embargo, una semana después, la UNP anunció las nuevas tasas de matrícula, tergiversando el nombre como una universidad estatal. Aunque los costos han mostrado una leve reducción, los estudiantes seguirán pagando entre $25 y $30 por mes y una colegiatura anual de $10, dependiendo de la universidad.
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“Es una burla y una ofensa, ya que los propagandistas celebraron que la universidad sería “gratuita”cuando sabemos claramente que no es así y que solo fue un gesto para quitarle la poca autonomía que tenía, pero se quedaron como payasos ya que celebraron (la nacionalización) justificando el robo de la universidad”dijo a LA PRENSA bajo anonimato un estudiante de la carrera de Ciencias Políticas y Gestión Pública de la UNP.
Por su parte, Neyma Hernández, también alumna de la fallecida Upoli y presa política, señaló que con esta acción no solo se ha dejado en “ridículo” a los integrantes de la UNEN, sino que se ha demostrado que su único papel “ es actuar como propagandista y esparcidor de mentiras, son solo borregos del régimen.
“La universidad ha pasado a manos del Estado y por lo tanto debe ser gratuita, no hay claridad de cómo la van a administrar ni adónde van a parar los fondos de las cuotas. Si bien es cierto que hay una reducción de US$ 46 a US$ 30 y puede aligerar el bolsillo de los padres con respecto al año pasado, afectará directamente la calidad de la educación”, criticó Hernández.
Quedan becas
En el comunicado difundido recientemente por la UNP, las autoridades no especificaron qué pasaría con los estudiantes que tuvieran un determinado porcentaje de becas o si se beneficiaban al cien por ciento.
Sin embargo, un estudiante becado de la extinta Upoli, quien también prefirió que se omitiera su nombre y título, confirmó que las autoridades le dijeron que las becas se mantendrían y que los beneficiarios solo pagarían la matrícula de $10. En el caso de estudiantes que provengan de la parte privada de la antigua Upoli, deberán pagar la mensualidad de $30 y la matrícula de $10.
Si bien las autoridades mantendrán la vigencia de las becas, no ocurrirá lo mismo con los cursos y seminarios: “Por ejemplo, yo estoy tomando un (curso) en este momento y voy a pagar 20 dólares. O sea, en total, la entrada a una de las universidades públicas (dependiendo de la carrera y hablando de la mía) le cuesta 30 dólares, y las de las privadas le cuestan 60 dólares -10 de matrícula, 30 de mensualidad y 20 para el curso—”, ilustró el estudiante.
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Otro estudiante de la carrera de Derecho, en la sede de la UNP en Estelí, también se mostró descontento con los nuevos precios de las matrículas y calificó el anuncio como una «burla» a la comunidad estudiantil, ya que seguirán pagando casi lo mismo que cuando era una privada. institución.
“Todo lo que está pasando nos parece un chiste, nos están quitando la libertad de expresión, nuestra libertad de cátedra y ahora vamos a pagar 25 dólares cuando antes la mensualidad era de 30 dólares (en Estelí) y en una supuesta universidad ser estatal. Las lecciones de inglés, que son obligatorias, también costarán el mismo precio, 40 dólares por módulo. ¿Dónde está el estado?», pregunta el joven estudiante.
“Violan el principio de igualdad”
A juicio de la abogada Christy Melissa, responsable del área de educación y derechos humanos de la Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia (CUDJ), imponer aranceles a estudiantes de universidades confiscadas representa una violación al principio de igualdad, porque son no se trata como público sino como privado. “La educación pública es gratuita”, subrayó.
“Sabíamos que su mensaje populista era mentira, porque el Estado no tiene la capacidad financiera para apoyar a todas las universidades de Nicaragua y dar un servicio gratuito, no están preparados para esto, sobre todo porque después de la reducción del presupuesto de la Ucatse, siendo ahora solo un millón, no pueden cubrir los costos administrativos, pedagógicos y otros porque esa cantidad no cubre los costos”, explicó el abogado.
Expertos en educación también han dicho en días anteriores que tras la decisión del régimen de Daniel Ortega de transformar las seis universidades privadas cuya personería jurídica ha sido cancelada en universidades «estatales», la comunidad estudiantil debe recibir educación superior gratuita y no pagar «tarifas bajas». , como lo exigen las autoridades.
Miedo a reclamar
Estudiantes consultados por este diario dijeron que por mucho que quieran denunciar a las autoridades por la imposición de cuotas, en la comunidad estudiantil persiste el temor a ser expulsados o que les retiren las becas.
“Realmente no tenemos intención de protestar. En la Farem-Estelí (UNAN) en 2018 cerraron la carrera de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales porque fue una de las carreras que inició las protestas. Y si reivindicamos ahora, es muy probable que cierren nuestra carrera de derecho”, dijo la estudiante de la UNP de Estelí.